Una sesión de Reiki consiste básicamente en una relajación profunda, en la que el practicante de Reiki va poniendo sus manos sobre los distintos chacras y zonas a tratar, desde la cabeza hasta los pies, lugar de finalización o “postura de descarga”. Canalizando energía de fuerza vital universal al paciente.
Se ponen las manos principalmente sobre la cabeza para tocar el chacra 7 o corona y en diferentes puntos (oídos, sienes, etc.); sobre los ojos para tocar el chacra del Tercer Ojo, sobre la garganta, corazón, estomago, abdomen e inglés para mandar energía al chacra 1º o raíz. Es decir, se recorren cada uno de nuestros siete principales centros energéticos. Simultáneamente, siempre en función de las necesidades del paciente, se pueden ir empleando diversas posturas encaminadas a tratar una zona o una dolencia concreta.
El paciente no necesita más que estar vestido lo más cómodo posible y tumbarse en la camilla o permanecer sentado, si así lo desea. Muchas personas se quedan dormidas a lo largo del proceso, porque pasados los primeros 5 ó 10 minutos se empieza a sentir un estado de relajación muy intenso.
La duración de una sesión completa puede variar de una hora a hora y media, en función de las necesidades del paciente. El tiempo “adecuado” para imponer las manos en cada posición es algo que puede variar dependiendo del practicante, del paciente y de la afección. Hay maestros de Reiki que recomiendan un mínimo de 3 minutos por cada posición, yo me guio por mis manos. Se recomienda seguir la temperatura de las manos, cuando dejan de estar calientes es porque la energía ha dejado de fluir, y aunque en algunos casos no se ponen calientes, en dichos casos se trata de distinguir las variaciones. En mi experiencia me sirven de guía porque percibo completamente cada variación, generalmente, noto la trasferencia en forma de calor en cualquier momento que activo mi energía. En algunos momentos la sensación es muy intensa y percibes vibraciones y hasta un leve dolor entre los dedos.
Para un tratamiento completo de Reiki se recomienda recibir de 4 a 5 (un total de 5 es lo mejor) sesiones consecutivas, o al menos, en semanas consecutivas, si por tiempo y otras circunstancias no es posible hacerlo de manera continua. Es la forma de comenzar, pues la energía Reiki necesita un tiempo de activación y asentamiento. Posteriormente la necesidad de volver a recibir Reiki variará según la persona y aquello que necesite sanar. Hay pacientes que no lo vuelven a requerir, otros mensualmente, cada 15 días, o con más frecuencia dependiendo de sus dolencias. También se puede trabajar diferentes partes o zonas durante más tiempo , en intervalos de días dependiendo del caso y como de 10 a 20 minutos, o 30 minutos en sesiones localizadas, según el problema y el grado de este a tratar .
En posteriores entradas hablaremos con más detalle de cada uno de los chacras, cómo funcionan y la acción que tiene la energía sobre ellos, así como su equilibrado y armonización sobre nuestro yo mental/emocional. Reiki es una terapia completamente natural y nada invasiva en la que tanto paciente como practicante son beneficiados. El practicante canaliza la Energía Universal que fluye a través de sus manos al cuerpo del paciente, esta trasferencia representa una curación para ambos, el que lo recibe y el que lo trasmite. Solamente la energía requerida puede ser recibida, el receptor nunca puede “sobrepasarse” porque la energía, nuestro cuerpo, tiene su propia inteligencia. Solo absorbemos la energía que necesitamos.
La terapia de Reiki es la única terapia alternativa reconocida oficialmente por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como terapia efectiva y de resultados comprobados.
Sensaciones que se pueden experimentar en una sesión de Reiki
Las sensaciones pueden variar en función del la persona y del practicante, generalmente se experimenta una sensación de calor en la zona donde están puestas las manos (normalmente la energía se trasmite en forma de calor). Lo cual para algunos refleja la densidad de la energía, bloqueos o inarmonías. Algunas personas también experimentan frescor o frio (canalización de la energía), ven colores, muchas personas sienten la fuerza del Reiki como una suave vibración y algunas hablan de golpes de corriente que reciben. Cada ser humano percibe la energía Reiki de distinta manera.